veraneo

La idea de comprar una bicicleta o conseguirla de manera gratuita se hacía cada vez más prominente en mi mente. Hasta que se hizo realidad. Ahora que he cambiado de trabajo y me puedo dar el lujo de no usar el subterráneo para ir y regresar me he dado cuenta de que es realmente eso, un lujo que no tanta gente tiene el privilegio de gozar. “Pero creo que lo valgo”. No sé, pero cuando remato en la Quinta Avenida con Washington Square Park realmente me siento una persona afortunada porque ese simple hecho esté en mi vida. Así que...Nueva York...ahora René viene sobre ruedas!

Al tiempo que les platico esto acabo de cerrar El Alquimista de Paulo Cohelo, un libro que había dejado a un lado por años y que creía que era más fantasía y moralejas que lo que ha resultado ser. Ahora sinceramente creo que el universo tiene un lenguaje que cualquier ser vivo puede leer y que todo forma parte de la misma cosa única; pero sobre todo, estoy seguro de que cuando uno persigue sus sueños, todo el universo confabula para que sucedan.